miércoles, 12 de noviembre de 2008

BREVE HISTORIA DE LA SOCIOLOGÍA II: AUGUSTE COMTE (CUESTIONES PARA UN DEBATE)

¿Crees que la sociedad perfecta debe ser gobernada por la ciencia en todos sus aspectos?
¿Consideras que los grupos humanos han pasado por las fases que enuncia Comte?
¿Son las creencias no científicas un ejemplo de inmadurez?
¿Conoces el caso de algún país que tenga un gran desarrollo científico en el que exista una gran extensión de las creencias religiosas?
¿Crees que el cambio en la historia es provocado por las ideas?
¿Piensas que puede existir otro factor importante?
¿Eres partidario de la revolución o de la educación?


BREVE HISTORIA DE LA SOCIOLOGÍA II: AUGUSTE COMTE (TEXTO SOBRE LOS TRES ESTADOS)

Pon un título al siguiente texto.
Realiza un esquema en el que aparezcan las ideas principales del mismo.
Escribe las palabras cuyo significado desconozcas.


Para explicar convenientemente la verdadera naturaleza y el carácter propio de la filosofía positiva, es indispensable echar de entrada una mirada general sobre la marcha progresiva del espíritu humano, considerada en su conjunto: pues una concepción no puede ser bien conocida nada más que por su historia.
Estudiando así el desarrollo total de la inteligencia humana en sus diversas esferas de actividad, desde su primer y más simple impulso hasta nuestros días, creo haber descubierto una gran ley fundamental, a la que está sometido por una necesidad invariable, y que me parece poder ser sólidamente establecida, ya sea sobre las pruebas racionales suministradas por el conocimiento de nuestra organización, ya sea sobre las verificaciones históricas resultantes de un examen atento del pasado. Esta ley consiste en que cada una de nuestras concepciones principales, cada rama de nuestros conocimientos, pasa sucesivamente por tres estados teóricos diferentes: el estado teológico, o ficticio; el estado metafísico, o abstracto; el estado científico, o positivo. En otros términos, el espíritu humano, por su naturaleza, emplea sucesivamente en cada una de sus investigaciones tres métodos de filosofar, cuyo carácter es esencialmente diferente e incluso radicalmente opuesto: primero, el método teológico, después el método metafísico, y por último el método Positivo. De ahí tres clases de filosofías, o de sistemas generales de concepciones sobre el conjunto de fenómenos, que se excluyen mutuamente: la primera es el punto de partida necesario de la inteligencia humana; la tercera, su estado fijo y definitivo; la segunda está destinada únicamente a servir de transición.
En el estado teológico, el espíritu humano dirigiendo esencialmente sus investigaciones hacia la naturaleza íntima de los seres, las causas primeras y finales de todos los efectos que le sorprenden, en una palabra, hacia los conocimientos absolutos, se representa los fenómenos como producidos por la acción directa y continua de agentes sobrenaturales más o menos numerosos, cuya intervención arbitraria explica todas las anomalías aparentes del universo.
En el estado metafísico, que no es en el fondo más que una simple modificación general del primero, los agentes sobrenaturales son sustituidos por fuerzas abstractas, verdaderas entidades (abstracciones personificadas) inherentes a los diversos seres del mundo, y concebidas como capaces de engendrar por sí mismas todos los fenómenos observados, cuya explicación consiste entonces en asignar a cada uno la entidad correspondiente.
Por último, en el estado positivo, el espíritu humano, reconociendo la imposibilidad de obtener nociones absolutas, renuncia a buscar el origen y la destinación del universo, ya conocer las causas íntimas de los fenómenos, para dedicarse únicamente a descubrir, mediante el uso bien combinado del razonamiento y de la observación, sus leyes efectivas, es decir, sus relaciones invariables de sucesión y de semejanza. La explicación de los hechos, reducida entonces a sus términos reales, no es desde este momento más que la conexión establecida entre los diversos fenómenos particulares y algunos hechos generales, cuyo número los progresos de la ciencia tiende cada vez más a reducir.
El sistema teológico negó a la más alta perfección de que es capaz cuando sustituyó la acción providencial de un ser único al juego variado de numerosas divinidades independientes que habían sido imaginadas primitivamente, el último término del sistema metafísico consiste en concebir, en lugar de diferentes entidades particulares, una única gran entidad general, la naturaleza, considerada como la fuente única de todos los fenómenos. De semejante manera, la perfección del sistema positivo, hacia la cual tiende sin cesar, aunque sea muy probable que no deba jamás alcanzarla, será el poder representarse todos los diversos fenómenos observables como casos particulares de un solo hecho general, tal como el de la gravitación, por ejemplo.

«Curso de filosofla positiva», en Oeuvres d' Auguste Comte, Editions Antbropos, t. I, págs. 40, XIII, y 2-4.

BREVE HISTORIA DE LA SOCIOLOGÍA II: AUGUSTE COMTE

Auguste Comte (1798-1857) considera que el mundo moderno es una época de desorden y anarquía. Para solucionar este problema hay que realizar una transformación de las ideas, una revolución espiritual y una reforma en el sistema de las ciencia. Sólo la transformación de las ideas podrá provocar un cambio social y político. Comte defendía, por tanto, un idealismo histórico: son las ideas las que provocan las transformaciones en la historia.
No cree que sea necesario realizar una revolución violenta, por el contrario, es partidario de desarrollar una educación que permitiera a la humanidad salir del caos en el que se encontraba. Para ello diseñó un “sistema de las ciencias”. Se trata de un cuadro jerárquico de las seis ciencias que él consideraba fundamentales para educar a la humanidad: Matemáticas, Astronomía, Física, Química, Biología y Sociología. En este cuadro cada ciencia es superior a la anterior y depende de ella.
La Sociología o Física social es superior al resto de las ciencias porque tiene por objeto lo más abstracto y lo más complejo: las leyes que gobiernan los fenómenos sociales. La Sociología tiene por objetivo desentrañar las leyes que rigen “el orden y el progreso de la sociedad”. Dado que la naturaleza humana va evolucionando siguiendo unas normas, Comte propone su ley de los tres estados o ley del desarrollo histórico de la humanidad.
Esta ley establece el desarrollo que han seguido las sociedades humanas y la evolución que prosigue la inteligencia individual. Tanto las sociedades como la inteligencia pasan por tres estados: el estado teológico o ficticio, el estado metafísico o abstracto y el estado científico o positivo.
En el estado teológico o ficticio el ser humano atribuía los fenómenos que suceden a la voluntad de los dioses e intentaba dominarlos mediante las prácticas místico-mágicas. Por tanto, en este estado se desarrollan explicaciones míticas para comprender el porqué de las cosas, apelando a causas ocultas o sobrenaturales. Comte cree que este estado es típico de las sociedades en su infancia y también de la infancia de los individuos.
En el estado metafísico o abstracto se explican los fenómenos mediante entes abstractos propios de la reflexión filosófica. Se sigue buscando el porqué de los fenómenos, pero ya no se recurre a la imaginación, sino al pensamiento ontológico.
El estado positivo o científico representa la aparición del conocimiento científico. Este conocimiento se basa en la observación y en la experiencia. El hombre deja de preguntarse por el porqué y busca el cómo, es decir, las leyes científicas que regulan los hechos observados.
La humanidad alcanzará el estado positivo cuando el método científico que ya se ha extendido en las Matemáticas, en la Astronomía o en la Física, se imponga también en la moral, la política y la economía. La tarea propia de la Sociología es que todas las actividades humanas se regulen siguiendo el método científico. La Sociología, piensa Comte, se convertirá en la ciencia de la futura sociedad positiva, pacífica y productiva.
Comte creía que su época era una época de crisis que prepara la llegada (advenimiento) de una nueva época. En esta nueva época desaparecerían todos los conflictos sociales, ya que todas las personas tendrían derecho al trabajo y la bienestar social.
En sus últimos escritos adoptó una tendencia místico-humanitaria llegando a fundar una religión que convertía a la humanidad en estado de culto, en un especie de dios positivo o Gran Ser.

BREVE HISTORIA DE LA SOCIOLOGÍA I: EL CONTEXTO

El siglo XIX fue un siglo conflictivo y violento: guerras, revoluciones, disturbios y diversos conflictos caracterizarán a esta época. Esta situación fue debida a la confluencia de diversas causas: el desmoronamiento del Antiguo Régimen, el nacimiento del capitalismo industrial y la aparición de una clara estratificación social que enfrentará a la burguesía frente al proletariado.
La Sociología nace en esta época con el objetivo de comprender los nuevos fenómenos que se estaban desarrollando y con la intención de establecer unos principios que permitieran organizar aquel caos. Comte, Marx, Durkheim y Weber suelen considerarse los fundadores de esta ciencia.