domingo, 15 de febrero de 2009

La movilidad social

La movilidad social se refiere al movimiento de los individuos y grupos entre las distintas posiciones socioeconómicas. La movilidad vertical es un desplazamiento hacia arriba o hacia abajo en la escala socioeconómica. De quienes ganan propiedades, renta o posición se dice que se mueven hacia arriba, mientras que los que las pierden se mueven hacia abajo. En las sociedades modernas abunda también la movilidad lateral, que alude a la traslación geográfica de un barrio a otro o entre ciudades y regiones. Con frecuencia la movilidad vertical y la lateral se combinas (un trabajador que asciende si cambia de sucursal y marcha a otro lugar).
La movilidad se puede estudiar de dos maneras: analizando hasta qué punto los individuos se desplazan hacia arriba o hacia abajo durante su vida laboral (movilidad intrageneracional) o estudiando en qué medida los hijos tienen el mismo tipo de trabajo que los padres (movilidad intergeneracional).
El grado de movilidad vertical que se da en una sociedad es un indicador fundamental de su nivel de “apertura”, señalando hasta qué punto un individuo nacido en un estrato inferior puede ascender en la escala socioeconómica. Uno de los estudios más conocidos sobre la movilidad en las sociedades industrializadas fue realizado por Seymour Martín Lipset y Reinhard Bendix en el año 1959. Analizaron nueve sociedades industrializadas –Gran Bretaña, Francia, Alemania Occidental, Suecia, Suiza, Japón, Dinamarca, Italia y Estados Unidos– centrándose en la movilidad de los hombres desde trabajadores de cuello azul a los de cuello blanco. No encontraron indicios de que los Estados Unidos fuesen más abiertos que las sociedades europeas. Llegaron a la conclusión de que todos los países industrializados estaban experimentando cambios similares respecto a la expansión de los trabajos de cuello blanco.
La movilidad vertical descendente es menos frecuente, pero también es un fenómeno generalizado. Esta movilidad se suele relacionar con ansiedades y problemas psicológicos, cuando los individuos son incapaces de mantener la forma de vida a la que se han acostumbrado. El despido es otra de las causas que provoca el descenso.
En las sociedades modernas muchos creen que es posible que cualquiera llegue a la cima si trabaja duro y con suficiente constancia, sin embargo hasta ahora las cifras indican que muy pocos lo logran. ¿A qué se debe esto? En primer lugar, hay que tener en cuenta que, incluso en una sociedad muy fluida, sólo una pequeña minoría lograría acceder a las posiciones más elevadas. En la cima, el orden socio-económico está conformado como una pirámide y sólo hay unas pocas posiciones de poder, estatus o riqueza. Además, quienes ocupan las posiciones de poder y riqueza disponen de muchas oportunidades para perpetuar sus ventajas y traspasarlas a su descendencia. Pueden conseguir que sus hijos tengan la mejor educación posible y esto tiende a llevarles a los mejores trabajos.

Justificaciones de la desigualdad

Siguiendo una clasificación parecida a la que realizó Max Weber puede decirse que una sociedad legítima su estratificación gracias a tres criterios:
1. La tradición o costumbre. Se reproducen determinada concepciones de la vida de generación en generación e intentan perpetuarse. Se argumenta que “siempre ha sido así” y se enseña a los individuos a aceptar y reconocer determinadas formas de estructuración social. (Así se justifica el trabajo de las niñas en casa.)
2. La justificación ideológica. Se basa en la tradición y pretende justificar de forma más sistemática un determinado sistema de creencias o formas de entender la vida en común. Esta justificación ha estado muy unida a las creencias religiosas y actualmente está muy vinculada a un cierto uso de los medios de comunicación de masas. (La opinión de Nietzsche sobre el cristianismo: religión que fomenta la resignación de los pobres. La división de castas y su reflejo en la religión.)
3. La justificación legal. Se refiere al sistema de leyes que, bajo la autoridad del Estado, garantizan la existencia de un sistema de asignación de rangos y recompensas.

Habría que preguntarse por qué se aceptan voluntariamente las situaciones de desigualdad y qué mecanismos psicosociales influyen en las decisiones del individuo. Según G. H. Mead el individuo se configura una imagen de sí mismo en función de las reacciones de los demás ante nuestras acciones. Es a través de los demás como definimos quiénes somos. A este proceso se le llama autoevaluación.
En una estructura social son los integrantes de las clases más bajas los que suelen tener una autoevaluación más baja y una imagen de sí mismos como gente que no merece más. Hay algunos aspectos muy importantes para comprender esta baja evaluación:
La educación. Los hijos de la clase trabajadora aprenden a respetar la autoridad porque sí, mientras que a los de la clase media y media-alta se les anima a una mayor independencia y confianza en sus capacidades.
La estructura ocupacional. En sus puestos de trabajo los miembros de las clases más bajas desempeñan puestos en los que deben obedecer con frecuencia. Esta obediencia aumenta el sentimiento de inferioridad.
Los medios de comunicación. Las imágenes que recibe la clase trabajadora de sí misma a través del cine y de la televisión son, por un lado negativas y por otro suelen aparecer como resignados a su situación, aceptando que les ha tocado vivir en las peores condiciones del sistema. (Ejemplos: El documental de Bowling for Colubine: la imagen de los negros en los informativos. Las informaciones sobre los gitanos suelen ser negativas o folclóricas, pero no se hace referencia a la gran cantidad de gitanos que son trabajadores, abogados, profesores, médicos, etc.)
Aunque estos mecanismos favorecen una aceptación de las diferencias y de la desigualdad, no puede decirse que se acepte cualquier situación de desigualdad. Si la estructura social fuera tan rígida que no permitiera la movilidad social, los individuos pensarían que la única forma de transformar esa estructura sería a través de un conflicto o una revolución. Por ello la movilidad vertical ascendente, la que posibilita pasar de una situación social y ocupacional a otra de rango superior, es un aspecto fundamental no sólo para los más desfavorecidos, sino también para las élites, pues de esta forma legitiman mejor su posición sin poner en peligro sus recompensas.

Estratificación social y desigualdad. Elementos de estudio.

Cuestiones previas:
1. Define con tus palabras los siguientes términos:
Rol, estatus, diferenciación social, desigualdad social y discriminación positiva.
2. ¿Piensas que la estratificación social es necesaria? ¿Es inevitable? ¿Debería ser rechazada? Justifica tus respuestas anteriores.
3. Hay numerosos grupos sociales que aceptan su situación de inferioridad. ¿A qué crees que se debe?

Con frecuencia se suele considerar que los propios individuos son responsables de su situación en la sociedad y de pertenecer a un determinado nivel dentro de la misma. Sin embargo, la Sociología al analizar este tema no concede tanta importancia a los cambios que pueda desarrollar una persona a lo largo de su vida; por el contrario, centra su estudio en la presencia de diferentes formas de estructura social. Son éstas, en gran medida, las causantes de la ubicación de los individuos en los distintos planos sociales.
En el análisis de la estructura social un concepto muy importante es el de rol. Se llama rol social a la conducta socialmente esperada o exigida a un individuo dependiendo de la situación en que se encuentre. En la vida social, todos desempeñamos papeles, roles, que hacen que los demás esperen de nosotros un determinado comportamiento. La existencia de estos roles facilita la convivencia, pues se espera que cada individuo interprete bien su papel y comprenda el rol del otro. Además, la actividad de un individuo no se limita a representar un único rol: cada persona se encuentra en diferentes situaciones en las que desempeña distintos roles. Una mujer, por ejemplo, puede desempañar diferentes roles: profesora, madre, sindicalista, conductora, etc.
El concepto de rol va asociado al de estatus. Se trata del nivel o posición social que ocupa el individuo en una estructura social determinada. Un individuo ocupa un estatus cuando los demás le reconocen unos valores que están asociados a esa posición. El estatus se refleja en ciertas señales (signos de estatus) que muestran el nivel económico, el prestigio familiar, el poder, la fama o la situación profesional de una persona.

Señala los signos de estatus de algún cargo, profesión o actividad.

Se llama estatus-set al conjunto de estatus que ocupa un individuo en un determinado momento. Así, por ejemplo, una misma persona puede ser director de un colegio, marido sumiso, consumidor estafado por una compañía telefónica...
Entre los diferentes estatus que ocupa una persona uno de ellos adquiere una mayor importancia, parece identificarlo de una manera más fuerte. Se trata del llamado estatus dominante. En el caso anterior, la persona es especialmente valorada por su estatus de director.
La posición social que ocupa una persona tiene relación, por una parte, con la situación que ha heredado de su familia y, por otra, con el propio esfuerzo personal. Se llama estatus adscrito al que recibe el individuo sin que intervenga su actuación para lograrlo. Se trata de un tipo de estatus heredado. La herencia de las riquezas, títulos u oficios de algunas familias se relaciona con este tipo de estatus. El estatus adquirido o logro se refiere a la posición social lograda gracias al interés y esfuerzo personal del individuo.
Para que se produzcan cambios dentro de una estructura social, para que haya movilidad, debe existir una diferenciación social. La diferenciación social consiste en la existencia de individuos con cualidades y papeles sociales diferentes. No es lo mismo diferenciación que desigualdad. Cuando se habla de desigualdad social, se entiende no sólo una diferenciación, sino un acceso desigual a los recursos, recompensas y posiciones sociales.
La estratificación social alude a la presencia de estratos o niveles dentro la sociedad. En principio, parece que estratificación y desigualdad son lo mismo, pero hay una importante diferencia: la institucionalización. Se habla de estratificación social cuando no sólo constatamos que existe una desigualdad, sino que, además, esa desigualdad se ha asentado en la sociedad y se ha institucionalizado. En este caso hay un reconocimiento social, se considera que hay estratificación porque ésta es la forma normal de funcionar. Históricamente podemos distinguir algunas formas de estratificación: esclavitud, sistemas de castas, sistemas estamentales o feudales y sistemas de clase.

Busca información sobre las castas de la India y sobre la esclavitud.